Las enfermedades no son luchas, no son enemigos, son caminos, propuestas y oportunidades. Pasan los días, tristes, especiales, felices, nuevos cumpleaños. La vida no ha sido benévola conmigo. Pero me va dejando las ganas de recordar y vivir buenos momentos, de los que me pudo haber privado. Un año atrás, las noticias eran pésimas y solo tenia un deseo. Me lo concedieron. Que venga la vida. Que siga viniendo y se quede un rato. Todos los días me lo recuerdo. Pude haber sido yo misma, sin que me sorprendiera el Lupus, sin aferrarme a esta vida. Lo que habría significado ser alguien totalmente distinta. Al fin y al cabo es en las épocas duras donde tomamos las decisiones más importantes, las que marcan nuestro carácter. Esta vida, esta nueva vida, me lleno de oportunidades. Es mucho lo que recibi desde que me diagnosticaron Lupus. Pero mucho mas cuando las cosas se pusieron duras, cuando deje de temerle, acepte mi lupus, con las perdidas y todas las ganancias. Estoy inmersa en días buenos, muy buenos, buenos como hace tiempo no eran. Me siento sana, con energía, con ganas, orgullosa de lo que logre hacer con mi cuerpo que en algún momento no me hacía caso para nada. Puedo ponerme frente al espejo y ya no ver ese cuerpo lúpico rebelde que me hizo sufrir. Ahora sí estamos en sintonía, vamos en la misma dirección, nos estamos comprendiendo y recuperando juntos, no en una lucha. Me gusta pensar que me marcaron para ser diferente, hacer de mi Lupus algo distinto. Tengo razones para celebrar. Es raro, pero la fuerza, la vitalidad y los descubrimientos que haces cuando estás enfermo sirven también cuando estás bien, en el día a día. Nunca sentí con tanta fuerza la vida, como estos meses. El mundo Lupine. Nada volverá a ser igual, la diferencia es que ya no deseo que lo sea. Repaso la película, las imágenes. Puedo decir de memoria cada oracion que vino acompañada de malas noticias, podria describir perfectamente las caras de los médicos en ese momento, y puedo contar una a una las lagrimas en los pasillos, las que quedaron en una llamada y camino a casa. Las caras de pena, los silencios, las miradas extraviadas. Es inolvidable. Tan inolvidable, como para hacer de este, el cumpleaños mas especial. Se que vendrán muchos mas, estoy segura. Pero este 25 de Septiembre tiene sabor a cambio. La vida se divide en etapas, separadas por esos momentos que te marcaron, los antes y después. Hoy es el después. Los cumpleaños son celebraciones de vida. Un año mas, una oportunidad de cambiar o por lo menos eso nos gusta creer. Soplamos y cumplimos los deseos que nos conceden como regalo. Maduramos, crecemos, cumplimos el ciclo, cumplimos con ese año. Celebro un año mas de vida al que se le suman las pequeñas celebraciones de los últimos meses. Respirar profundo y soplar con fuerza para que ese pedazo de vida vuelva en montones. Hoy cumplo 24 años. Pero no el el simple hecho de cumplir años, cumplo 24 años con una sonrisa, recuperandome, haciendo las paces con mi Lupus, con la vida. Feliz cumpleaños a mi, Feliz cumpleaños Lupine.
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