...será el reino de los cielos.
Dicen que el que se arrepiente se salva. Y yo, una vez perdidas todas las guerras, supe que no salvaba a nadie. Me arrepentí, para salvarme al menos a mí misma, que es lo único que tengo a la mano. Para el resto, sólo tengo anzuelos y muy de repente, salvavidas. Ya no es como era antes, en que esa "hermosa forma de egoísmo", reinaba por sobre todo lo demás. Ahora es egoísmo nada más, me hago sentir como una reina, como la reina de las arrepentidas (y los arrepentidos). Para una persona como yo, genial.
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